martes, 16 de junio de 2015

Los cardenales explican por qué los católicos dejan la Iglesia

 “El nacimiento y la difusión de sectas o nuevos movimientos religiosos es un fenómeno notable en la historia religiosa de nuestros tiempos. Trabajan con una gran vitalidad”, declaró el cardenal nigeriano Francis Arinze en el consistorio extraordinario celebrado en el Vaticano en abril de 1991, según se informó en la edición semanal vaticana en lengua española de L’Osservatore Romano. Otro cardenal, Ernesto Corripio Ahumada, arzobispo de Ciudad de México, fue aún más directo en su alocución. Dijo respecto a la proliferación de nuevos movimientos religiosos: “Las sectas pseudocristianas más difundidas son los Testigos de Jehová y los mormones”. Asimismo, el cardenal español Ángel Suquía Goicoechea, arzobispo de Madrid, incluyó a los testigos de Jehová entre las asociaciones religiosas “implantadas en mayor número de países”.
¿En qué radica el éxito de estos grupos en zonas y países mayoritariamente católicos? Varios cardenales adujeron diversas razones. Uno de ellos, Ricardo J. Vidal, arzobispo de Cebú (Filipinas), declaró: “El medio más eficaz que usan para lograrlo suele ser un ataque directo contra las enseñanzas y prácticas católicas, especialmente contra la devoción a María, las imágenes, el culto a los santos, el sacramento de la confesión, el papel del celibato sacerdotal, etc.”.
Este comentario reviste interés en vista de que los cristianos del siglo I no dieron comienzo a ninguna de estas prácticas. La confesión del cardenal recuerda la declaración de otro prelado católico, el cardenal Newman, quien escribió en 1878: “La utilización de templos y su consagración a determinados santos [...], las ofrendas votivas [...], el agua bendita [...], [y] más tarde las imágenes [...], son todas [prácticas] de origen pagano santificadas por su adopción en la Iglesia”.
¿Qué otras razones adujeron los cardenales para la “vulnerabilidad” de su grey? Según el cardenal Vidal, una es “la escasez de sacerdotes que podrían ejercer su ministerio respondiendo de una manera personal a las necesidades de los fieles católicos. No hay que maravillarse, por tanto, de que muchas de nuestras diócesis sean campos abiertos para las actividades proselitistas de las sectas”. Ahora bien, ¿a qué se debe la falta de sacerdotes? Un factor de primer orden es la norma antibíblica del celibato sacerdotal, impuesta en la Iglesia latina en el siglo XII, y esto pese a que en 1 Timoteo 4, versículos 1 y 3, las Escrituras explican (según la versión católica Biblia de Jerusalén): “El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe [...]; éstos prohíben el matrimonio”. (Compárese con 1 Corintios 9:5; 1 Timoteo 3:1, 2.)
¿Qué propuesta para solucionar el problema del abandono de la Iglesia avanzó el cardenal Vidal a sus compañeros de prelacía? “Tenemos planteado el reto de leer y estudiar, meditar y vivir la palabra de Dios.” Esto es exactamente lo que los testigos de Jehová instan a hacer a todas las personas sinceras, sin importar sus antecedentes sociales o religiosos. Por esta razón, están muy resueltos a predicar “esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones”, antes de que Dios acabe con este mundo dominado por Satanás. Si su deseo es “leer y estudiar [...] la palabra de Dios”, póngase en contacto con los testigos de Jehová en el Salón del Reino de su población. (Mateo 24:14, BJ; 1 Juan 5:19.)


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