“El Papa y el obispo de Lourdes
no opinaban lo mismo respecto al valor e importancia del agua de Lourdes,
y en el mismo día expresaron su pensar”, comentó el periódico italiano La
Stampa. Durante una misa celebrada en honor de la Virgen de Lourdes
(Francia), el Papa declaró que el agua del manantial es “un instrumento
verdadero de la acción maravillosa y sumamente copiosa y sobrenatural que María
lleva a cabo”. Luego añadió que “el agua del manantial de Lourdes, con su poder
milagroso”, puede compararse a la del estanque de Siloam, que Jesús utilizó en
cierta ocasión cuando sanó a un hombre. Sin embargo, el entonces obispo de
Lourdes, parece que preocupado por el negocio que se hacía con el agua, dijo
ese mismo día: “No es agua mágica. De hecho, es un engaño llamarla ‘agua
milagrosa’”. La revista italiana Panorama indicó que el agua “no es
bacteriológicamente pura, e incluso el estrato del que mana corre un grave
peligro de contaminación”. Pero para los comerciantes de Lourdes, el agua “es
como el petróleo para Texas o Irán. Es su principal recurso”, dijo Panorama.
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