He aquí dos comentarios de prensa sobre el
carnaval de Brasil: “Este será un magnífico carnaval. Cuanto mayor es la
crisis, mayor es la necesidad que tiene la gente de echar una cana al aire. Se
dice que los últimos días de Pompeya fueron muy alegres”. “El carnaval permite
a personas de toda edad y de todo nivel social olvidar por unos cuantos días
sus problemas cotidianos.”
¿Quién no necesita de vez en cuando algo de
esparcimiento? Con este fin, miles de personas se dirigen a las playas o a las
montañas, se entretienen con su pasatiempo favorito, o se dedican simplemente a
leer un poco. Pero, ¿qué puede decirse del carnaval? ¿Proporciona una buena
oportunidad para escapar de los problemas de la vida diaria? A muchos les entra
un hormigueo en los pies y se les empieza a mover el cuerpo al ritmo de la
samba con solo pensar en el carnaval. ¿Es esta una fiesta inocente? ¿Qué frutos
produce?
El “espíritu de carnaval” surge una vez al
año en muchos países. La fiesta suele empezar el sábado y extenderse hasta el
martes anterior al miércoles de ceniza, día en que da comienzo la cuaresma. En
los Estados Unidos el carnaval más popular es el de Nueva Orleáns y se conoce
por el nombre de Mardi Gras (que significa “martes graso”, puesto que se solía
utilizar toda la grasa del hogar antes de empezar la cuaresma). El carnaval
también ha sido una fiesta tradicional de muchas ciudades europeas y
sudamericanas: París, Niza, Roma, Venecia, Munich, Río de Janeiro, Buenos Aires
y muchas otras. Sin embargo, como dice la enciclopedia Delta Larousse
(en portugués): “Se considera que el de Río de Janeiro es el más animado”.
En todos los carnavales hay música, baile,
máscaras, disfraces fantásticos, desfiles con carrozas extravagantes, y, sobre
todo, mucha “libertad”. Como lo expresa la letra de una antigua canción
brasileña: “Voy a besarte ahora, pero no me malentiendas, hoy es carnaval”. De
manera similar, hace unos años la revista Newsweek comentó lo siguiente:
“En Renania, [...] Karnevalfreiheit (la libertad de
carnaval) se reconoce legalmente como excusa para casi cualquier acto, con la
excepción del homicidio o conducir en estado de embriaguez”. Además, la revista
Time informó que “los jueces [de Munich] no consideran que el adulterio
sea motivo de divorcio durante Fasching [la época de carnaval]”. Este es
un día en el que hay que olvidar las preocupaciones, escapar de los
problemas... sí, ¡es carnaval!
El carnaval en Brasil
Brasil fue descubierto y colonizado por los
portugueses, quienes, junto con los millones de africanos que trajeron a este
país durante 300 años de comercio lucrativo de esclavos, dejaron su huella
en el carnaval. La atracción que sienten los africanos por el baile y el canto
rítmicos con movimientos enérgicos del cuerpo dio lugar a la samba, un
cautivador ritmo musical binario con acompañamiento sincopado que vuelve locas
a las multitudes en los enormes desfiles callejeros de las ciudades brasileñas.
Especialmente en Río de Janeiro, los hoteles
están atestados de turistas que vienen de todas partes del mundo para las celebraciones
del carnaval, las cuales culminan en el desfile de las escuelas de samba.
En 1983 el gobierno de Río de Janeiro construyó especialmente para dichos
desfiles dos grandes tribunas de hormigón con capacidad para unas cien mil
personas. Pero, ¿qué tiene de especial ese desfile de las escuelas de samba?
Las escuelas de samba son asociaciones
compuestas de hasta miles de bailarines y aficionados... hombres, mujeres y
niños que generalmente viven en la misma zona. Cada escuela tiene su carnavalesco,
o director, quien prepara el esquema, los disfraces y la música que la escuela
utilizará en el desfile. Con esta información, cada bailarín confecciona su
propio disfraz y ensaya los pasos básicos del baile.
Pero ¿es el carnaval de hoy simplemente una
fiesta inocente?
“El otro aspecto de
la fiesta”
Bajo este título la revista Veja del
14 de marzo de 1984 declaró: “Siempre ha habido homosexuales en el
carnaval, pero lo que sucedió esta vez, en el Carnaval Carioca [de Río],
fue una conquista total de la fiesta. Allí, el mayor festival popular del mundo
se transformó en lo que posiblemente pueda definirse como la mayor celebración
homosexual de este planeta. Con el evidente apoyo de los patrocinadores del
espectáculo, Río de Janeiro ofreció un maratón de casi 20 bailes
carnavalescos de homosexuales. Desde los Estados Unidos llegaron en vuelo
fletado hasta la puerta del festival, el aeropuerto Galeão,
230 homosexuales listos para cualquier cosa. [...] Muchas cosas
cambiaron en este lugar, como se puede ver, y, entre ellas, los mismos
protagonistas del espectáculo. En realidad, no solo se aceptó abiertamente a
los homosexuales: llegaron a ser admirados y, como resultado, solicitados”.
En este mismo carnaval, el gobierno federal
amenazó con demandar a ciertas emisoras de televisión por mostrar “escenas de
masturbación, gente desnuda de frente y varias formas de coito” al transmitir
los bailes de carnaval por cadenas de televisión nacionales.
Para muchas personas, el “espíritu de
carnaval” significa en parte que durante esos cuatro días uno tiene licencia
especial para hacer todo lo que quisiera hacer el resto del año, pero que no
hace debido a ciertas restricciones morales o sociales. Durante el carnaval, se
permite cualquier cosa, especialmente si corren las bebidas alcohólicas. Al
comentar sobre esto, el periódico O Estado de S. Paulo declaró: “Otro
grave problema del carnaval es la borrachera. Sin duda, debido al aumento de la
tensión social, junto con el cansancio y el descontento del hombre moderno, la
bebida sigue siendo una válvula de escape barata, especialmente si se tienen
cuatro días libres. Sin embargo, no se debe olvidar que las bebidas alcohólicas
no son únicamente un medio de escape [...] Bajo su influencia se cometen
muchas locuras e insensateces”.
Mejores ‘válvulas de
escape’
Muchos que anteriormente eran aficionados al
carnaval se han desilusionado por lo que le ha sucedido y, aunque todavía les
gusta escuchar una buena samba, buscan la diversión y la ‘válvula de escape’ de
otro modo. Durante los días de fiesta o largos fines de semana, las carreteras
de las ciudades grandes están atestadas de automóviles que se dirigen a la
playa o a la montaña. El rápido ritmo de vida de este mundo industrial demanda
períodos de distracción y de cambio de rutina. Aun Jesucristo, que era un
hombre perfecto, necesitó alejarse y descansar. (Marcos 6:30-32.) Sin embargo,
¿podríamos imaginarnos a Jesús llevando a sus discípulos a Roma para participar
en la fiesta romana de las Saturnales, cuyo espíritu era parecido al del carnaval
moderno?
Dentro de poco, en esta mismísima generación,
llegará el tiempo en que no se necesitarán ‘válvulas de escape’ para olvidar
los problemas cotidianos. Esos problemas simplemente no existirán. Durante todo
el año, los habitantes de la Tierra se sentirán exactamente como los israelitas
de la antigüedad cuando fueron liberados del yugo babilonio y regresaron a su
propio país. El profeta Isaías escribió al respecto: “Toda la tierra ha entrado
en descanso, ha quedado libre de disturbio. La gente se ha puesto alegre con
clamores gozosos”. (Isaías 14:7.) Dichos “clamores gozosos” no resultarán de
las bebidas alcohólicas o de los actos licenciosos, sino del puro gozo de vivir
en un paraíso terrestre bajo un gobierno justo.
Sus orígenes
Nadie sabe con certeza cuáles son los orígenes del carnaval. Sus raíces
se pierden en la historia, de modo que hay mucha especulación en cuanto a sus
orígenes. La Encyclopædia Britannica, bajo el encabezamiento “Carnival”,
dice: “No se conoce con certeza la etimología de la palabra, aunque es posible
que provenga de un término medieval latino, carnem levare o carnelevarium,
que significa quitar o eliminar la carne. Esto coincide con el hecho de que el
carnaval es la última fiesta antes del comienzo de los austeros 40 días de
la cuaresma, durante los cuales los católicos, en el pasado, se abstenían de
comer carne. El origen histórico del carnaval es oscuro también. Posiblemente
tenga sus raíces en una fiesta primitiva en honor al comienzo del año nuevo y
el renacimiento de la naturaleza, aunque también es posible que los orígenes
del carnaval italiano tengan que ver con la fiesta pagana de las Saturnales de
la Roma antigua”. Otra opinión es que la palabra se deriva de “placer carnal”.
Además, la enciclopedia Delta Larousse dice: “Se han buscado los
orígenes del carnaval en las celebraciones más antiguas orgiásticas de la
humanidad, incluso las saturnales romanas, de naturaleza religiosa, en las que
se celebraba el regreso de la primavera que simbolizaba el renacimiento de la
naturaleza. Además, se ha relacionado el origen ritual de las máscaras de
carnaval con la adoración de los muertos”.
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