De acuerdo con el rotativo caraqueño Daily
Journal, cuando los constructores de una represa venezolana deforestaron el
islote deshabitado de Carrizal, ubicado en el río Caroní, se descubrió un
pájaro desconocido. Entre los especímenes retirados antes de eliminar la
vegetación apareció un pequeño pinzón con manchas azules que vivía en la
impenetrable espesura de los bambúes. Los naturalistas esperan encontrar en las
cercanías más ejemplares de esta especie recién catalogada. “La alegría del
descubrimiento del semillero de Carrizal [...] se ve empañada por el
reconocimiento de que hemos destruido el lugar donde por tanto tiempo se
escondió de nosotros esta ave”, indica el investigador Robin Restall.
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