miércoles, 11 de marzo de 2015

Futuros ingenieros de Venezuela




En San José de Guaribe, un grupo de niños de un jardín de infancia pasaba todas las mañanas de camino a la escuela frente a la construcción de un Salón del Reino. Siempre se detenían un rato y, fascinados, se ponían a ver todo lo que se hacía allí. Un día, la maestra les preguntó en la clase qué querían ser cuando fueran grandes. Para su sorpresa, varios respondieron que querían ser “ingenieros como los testigos de Jehová”. Llena de curiosidad, decidió llevar a la clase entera al lugar de la construcción junto con otra maestra. Cuando llegaron, el personal de la obra le dio al grupo un recorrido guiado. Los niños estaban encantados, sobre todo porque les dejaron ponerse los coloridos cascos. Y las maestras, que hicieron muchas preguntas, recibieron un excelente testimonio.

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