Falso. La Biblia no condena todo tipo de
baile. Cuando los israelitas cruzaron el mar Rojo para escapar del ejército
egipcio, Míriam y las demás mujeres se pusieron a bailar para celebrarlo (Éxodo
15:20). Y en una parábola que Jesús contó, se celebró el regreso de un
hijo rebelde con “un concierto de música y danzas” (Lucas 15:25).
Lo mismo pasa en la actualidad.
En muchas culturas, a jóvenes y a mayores les gusta bailar cuando celebran
fiestas con amigos y familiares. Y aunque la Biblia no condena las
fiestas, hay que tener cuidado para que no se salgan de control y se
conviertan en “diversiones estrepitosas” o “juergas”, pues eso sí está mal
(Gálatas 5:19-21; Barclay). El profeta Isaías escribió: “¡Ay de los
que se levantan muy de mañana para buscar solo licor embriagante, que se quedan
hasta tarde en la oscuridad nocturna, de modo que el vino mismo los inflama!
Y tiene que resultar que haya arpa e instrumento de cuerdas, pandereta y
flauta, y vino en sus banquetes; pero la actividad de Jehová no miran”
(Isaías 5:11, 12).
Aquellas fiestas se caracterizaban por el
“licor embriagante” y los ritmos desenfrenados. Comenzaban temprano y duraban
hasta muy entrada la noche. Y todos los que iban se comportaban como si
Dios no existiera. ¡Con razón Dios las condenaba!
Pues bien, ¿qué puedes hacer si alguien te
invita a una fiesta en la que habrá baile? Antes de aceptar, pregúntate:
“¿Quiénes irán? ¿Qué reputación tienen? ¿Quién la organiza? ¿Quién la va a
supervisar? ¿Qué opinan mis padres de que yo vaya? ¿Qué música se va a
bailar?”. Hay muchos tipos de baile que solo buscan despertar los deseos
sexuales. ¿Crees que bailándolos, o mirando cómo otros lo hacen, lograrás tu
objetivo de “[huir] de la fornicación”? (1 Corintios 6:18.)
¿Y si te invitan a una discoteca? Fíjate en
lo que cuenta Rubén, un joven que solía ir a esos locales antes de hacerse
cristiano: “Por lo general, la música es indecente y el baile obsceno.
La mayoría va con una sola intención”. ¿Cuál? Según él, encontrar a
alguien con quien tener relaciones sexuales. Después de estudiar la Biblia con
los testigos de Jehová, Rubén llegó a la siguiente conclusión: “Esos lugares no son
para cristianos”.
¿Por qué debes
mantenerte alerta?
¿Cuándo crees que es más fácil tomar por
sorpresa a un soldado? ¿En el campo de batalla, o mientras está descansando con
sus compañeros? ¿Verdad que es más probable que lo sorprendan cuando está más
tranquilo, tomando un descanso? Pues lo mismo pasa en tu caso. No es fácil
tomarte por sorpresa en la escuela o en el trabajo, pues allí estás alerta:
siempre listo para defender tu fe y tus principios morales. Es después
—mientras estás divirtiéndote con tus amigos— cuando bajas la guardia y te
vuelves más vulnerable.
Es posible que otros jóvenes se burlen de ti
porque obedeces las normas morales de la Biblia a la hora de divertirte. Hasta
puede que algunos de ellos sean hijos de cristianos. Tal vez te acusen de ser
un exagerado o de creerte mejor que los demás. Pero si se burlan de ti es
porque su conciencia se ha vuelto insensible (1 Timoteo 4:2). Así que
no cedas a la presión y mantén tu “buena conciencia” (1 Pedro 3:16).
Lo que realmente debería importarte
no es su opinión, sino la de Jehová. Y siendo francos, si a tus
amigos les molesta que escuches la voz de tu conciencia, tal vez sea el momento
de cambiar de amigos (Proverbios 13:20). Nunca olvides que eres tú quien tiene
el deber de defender en todo momento —aun cuando estés divirtiéndote— tus
principios morales (Proverbios 4:23).
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